La vacunación de niños ha demostrado ser costo efectivo en todos los grupos humanos. En especial en este segmento de edad, ha demostrado su efectividad como medida para reducir la mortalidad infantil, la morbilidad y los efectos de las enfermedades infecciosas que producen minusvalía.
Una de las intervenciones más exitosas en salud pública ha sido la introducción de programas de vacunación a nivel mundial, logrando reducir e incluso erradicar enfermedades inmunoprevenibles con alta morbimortalidad.
El esquema de vacunación es una guía de inmunizaciones, técnicamente diseñada, que indica, para las vacunas aprobadas en un país, cuáles son las edades de aplicación, el número de dosis, la vía de aplicación y la cantidad de vacuna por dosis.
¿QUÉ SON LAS VACUNAS, CÓMO FUNCIONAN, QUÉ ENFERMEDADES PREVIENEN?
Las vacunas son
preparados biológicos que sirven para prevenir enfermedades infecciosas
mediante la activación de nuestro cuerpo para que desarrolle defensas
específicas contra esas enfermedades. Las vacunas son capaces de hacer aprender
a nuestro sistema inmunológico a saber defenderse.
Las vacunas suelen fabricarse con parte o todo el microorganismo causante de la enfermedad. Si el microorganismo es entero, está inactivado (muerto) o atenuado (debilitado), de forma tal que la enfermedad en su estado natural nunca pueda originarse a través de una vacuna. El número de enfermedades prevenibles por vacunas han aumentado considerablemente en las últimas décadas, destacando las siguientes:
- La difteria es una enfermedad grave, no erradicada, que puede cursar con la formación de una membrana en la nasofaringe que impide la respiración normal. Puede llegar a ser mortal, sobre todo en individuos menores de 5 años.
- Es una enfermedad grave que puede cursar con problemas respiratorios, espasmos musculares o parálisis. No se transmite de persona a persona, sino a través de heridas contaminadas.
- Enfermedad respiratoria muy grave en recién nacidos que no hayan recibido ninguna dosis de vacuna o estén incompletamente vacunados. Lejos de ser erradicada, se producen brotes, a menudo con origen en un adolescente o adulto que acaba contagiando a un bebé.
- Es una enfermedad vírica que puede causar parálisis permanente en brazos, piernas o ambos miembros. Aunque en España no se declaran casos de poliomielitis desde hace años, la enfermedad aun no está erradicada de la Tierra.
- La bacteria Hib puede causar enfermedad grave sobre todo en recién nacidos y niños menores de 5 años. El tipo de enfermedad más frecuente causado por Hib es la meningitis, aunque también puede ocasionar traqueobronquitis y epiglotitis, produciendo gran dificultad para respirar.
- El virus B de la hepatitis produce una enfermedad contagiosa en el hígado. Esta enfermedad cursa inicialmente de forma aguda, de hasta 6 meses de duración. En general, cursa de forma leve o incluso de modo asintomático. Muchos pacientes consiguen vencer la infección aguda y aclarar el virus de su organismo, pero en otros la infección se cronifica, y el virus puede permanecer activo después de los primeros 6 meses. Con el tiempo, la infección crónica puede causar graves problemas de salud, incluyendo cáncer hepático.
- El neumococo es una bacteria. También puede causar infección del oído medio (otitis media), siendo responsable de hasta el 50 % de estas infecciones.
- Es un virus que causa gastroenteritis aguda en la infancia, siendo la principal causa de ingreso hospitalario por diarrea. La diarrea y los vómitos pueden derivar en deshidratación grave, que, de no tratarse, puede resultar mortal. Es muy contagiosa, fácil de transmitirse por vía oro-fecal en niños en escuelas, en el entorno familiar y hospitales. Las vacunas que la previenen se administran por vía oral.
- El sarampión es una grave enfermedad vírica respiratoria, muy contagiosa, que cursa con fiebre y erupción cutánea generalizada. Raramente llega a ser mortal en los países avanzados, pero sí propicia la aparición de complicaciones, como la neumonía o sobreinfecciones bacterianas. Es particularmente peligrosa cuando se contrae en la edad adulta, en individuos no vacunados en su infancia. La vacunación es sumamente eficaz para su prevención.
- Las paperas, o parotiditis, es una enfermedad sistémica (generalizada) causada por un virus, que puede causar hipertrofia dolorosa de las glándulas salivares. Pueden producirse complicaciones, como la orquitis (inflamación testicular), meningitis o pancreatitis. Habitualmente, tiene un curso de duración de entre 7 y 10 días, con la aparición frecuente de síntomas como la fiebre, dolor de cabeza y muscular, pérdida de apetito, cansancio.
- La rubéola es una enfermedad vírica contagiosa que puede causar adenopatías, exantemas tipo sarampión, aunque menos extenso y que en general cursan de modo leve. Sin embargo, si la infección se produce al principio del embarazo, puede provocar abortos espontáneos, muerte fetal o defectos congénitos.
- La varicela es una enfermedad sistémica aguda causada por un virus tipo herpes. Se caracteriza por la aparición de síntomas generales leves, para posteriormente dar paso a lesiones cutáneas, que aparecen en brotes y evolucionan desde máculas a la formación de vesículas y costras
BENEFICIOS DE VACUNACIÓN
- Erradica o reduce los brotes epidémicos
Gracias a las vacunas se ha conseguido erradicar la viruela y hay un mayor control de enfermedades como el tétanos, la difteria, la tosferina, la hepatitis B o la enfermedad invasora por Haemophilus influenzae; se ha interrumpido la transmisión de la polio en gran parte del mundo, y en el hemisferio occidental, el sarampión.
- Mejora de la salud de la población
Si un niño se vacuna tiene una menor probabilidad de padecer la enfermedad, con lo que disminuye el absentismo laboral de los padres, menor absentismo escolar, con el coste económico derivado del mismo. La falta de prevención trae consigo, el deterioro de la salud y de la calidad de vida.
- Por protección del individuo
Las vacunas no solo nos protegen de enfermedades infecciosas, también nos ayudan a reforzar el sistema inmunitario. Durante unas semanas después del nacimiento, los bebés tienen algo de protección contra los microbios que se transmite de la madre a través de la placenta y lactancia materna. Después de un corto tiempo, esta protección natural desaparece. Con las vacunas se generan anticuerpos que actúan protegiéndole ante futuros contactos con los agentes infecciosos evitando la infección y/o la enfermedad.
Las vacunas, a veces, no evitan que nos contagiemos, sino que evitan el que, una vez producido el contagio, se desarrolle la enfermedad. Procuran que nuestro cuerpo, si entra en contacto con el agente infeccioso, active una serie de funciones de defensa que nos permiten reaccionar más rápido y con mayor eficacia y, si es posible, evitar la enfermedad.
- Mejoran la calidad de vida
Las vacunas brindan a los niños la oportunidad de crecer sanos, ir a la escuela y mejorar su futuro. Han logrado disminuir el número de personas afectadas por distintas enfermedades, especialmente entre los menores de 5 años. Por ejemplo, un niño que no recibe sus vacunas tiene mayores probabilidades de enfermarse y por ende ser un niño débil, con menores probabilidades de aprender y desarrollarse. Los padres son responsables de mantener a sus hijos sanos y la mejor manera de hacerlo es vacunándolos.
REACCIONES ADVERSAS DE
LAS VACUNAS
Aunque en el momento de
la vacunación, el profesional sanitario, generalmente la enfermera pediátrica,
explica las reacciones adversas más frecuentes relacionadas con la vacuna
administrada y cómo actuar ante las mismas, es importante no quedarse con dudas
y hacer todas las preguntas necesarias al respecto.
Reacciones locales
Las reacciones locales, fundamentalmente enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, contrariamente a lo que es creencia generalizada, son más frecuentes a medida que el niño va haciéndose mayor, al depender de la cantidad de anticuerpos en sangre (más altos con las dosis sucesivas de algunas vacunas, especialmente antidiftérica y antitetánica).
- Dolor
El dolor asociado a la inyección de la vacuna, disminuye con distintos métodos: hacer que el niño sople (“expulsar el dolor del cuerpo”), distraer al niño, o aplicar frío en la extremidad opuesta.
- Enrojecimiento, hinchazón, nódulo en el lugar de la inyección
Pueden presentarse con cualquier vacuna, pero son más frecuentes con la administración de vacunas que contienen difteria, tétanos y tos ferina.
- Las molestias leves a moderadas suelen responder bien a la aplicación de frío local, en forma de compresas.
- Si el eritema y la tumefacción son extensos, el dolor asociado a los mismos puede ser tratado con los analgésicos convencionales pediátricos: paracetamol o ibuprofeno.
- Los nódulos duros suelen ser asintomáticos, de pequeño tamaño, duración variable (a veces varias semanas), y no requieren de ninguna intervención.
Reacciones Generales
- Fiebre
- Somnolencia, nerviosismo e irritabilidad
Son efectos adversos frecuentemente descritos en relación con las vacunas, más habitualmente con las que contienen difteria, tétanos y tos ferina y en niños pequeños. Suelen ser bien tolerados, de corta duración (un máximo de 48 horas) y en general no requieren de ninguna intervención específica.
- Llanto inconsolable
De aparición en las primeras 48 horas después de la administración de vacunas que contienen tos ferina.
MITOS Y CREENCIAS
Dudas sobre los
efectos secundarios de las vacunas
Las vacunas, antes de ser
autorizadas y comercializadas, se someten a unos controles muy rigurosos. El
beneficio de la administración de una vacuna es infinitamente superior al
pequeño riesgo de que se produzca un efecto adverso secundario relacionado con la
vacuna.
Por ejemplo, es mil veces
más probable sufrir una complicación neurológica por la enfermedad de sarampión
que por la vacunación. Y es que a pesar de existir reacciones leves y
temporales como el dolor en el lugar de inyección o fiebre; los estudios
científicos en el tiempo han demostrado que las vacunas son muy seguras.
Dudas sobre el
beneficio de padecer las enfermedades infantiles
De seguro muchos han
escuchado “Es mejor pasar la varicela que vacunarse de la varicela”. No existe
ningún beneficio en padecer ninguna enfermedad. De hecho, solo hace falta
remitirse a nuestra historia para poder comprender el sufrimiento vivido a
causa de enfermedades que ahora pueden ser evitadas. Enfermedades como el
sarampión, la parotiditis y la rubéola pueden ser graves y comportar
importantes complicaciones tanto en la infancia como en la edad adulta:
neumonía, encefalitis, diarrea, síndrome de rubéola congénita, etc. Cabe decir entonces, que un niño no vacunado queda innecesariamente
susceptible y vulnerable ante cualquier patología que podría comportarle un
desenlace vital fatal.
Las vacunas interactúan
con el sistema inmunitario para que fabrique una respuesta similar a la que
produciría la enfermedad de forma natural. La gran diferencia que comporta la
vacuna es que no provoca la enfermedad, evitando así los riesgos y
complicaciones de sufrirla. El precio de quedar protegido por padecer la
infección podría ser la aparición de complicaciones tales como trastornos
neurológicos, defectos congénitos en caso de infección durante el embarazo,
cáncer de hígado, entre otros.
Las vacunas, en
conclusión, procuran una respuesta protectora semejante a la infección natural
sin exponer a la persona a la enfermedad o a riesgos de posibles
complicaciones.
Dudas sobre
administración de varias vacunas en el mismo acto
Muchos
padres tienen reparos en que se administren varias vacunas en el mismo momento.
La realidad es que un niño está expuesto desde el momento del parto a miles de
agentes infecciosos frente a los cuales produce una respuesta protectora.
Convivir en sociedad les pone en contacto con muchos más antígenos que una vacuna; como por ejemplo en las guarderías, en los colegios o por sus propias familias. Hay evidencia que la administración simultánea de varias vacunas no conlleva ninguna sobrecarga sobre las defensas del organismo del niño.
La principal ventaja de la administración simultánea de varias vacunas es que, en un único acto vacunal, procuraremos un beneficio mayor al niño en cuanto a su prevención y además, le ahorraremos que nos “tengan que volver a sufrir” nuevamente en un espacio menor de tiempo si decidiéramos administrar las vacunas por separado. El sistema defensivo está capacitado para reaccionar óptimamente frente a diferentes y múltiples antígenos vacunales administrados simultáneamente
MSP. (2019). Manual de Vacunas para Enfermedades Inmunoprevenibles. Quito.
Oscar Porras, A. A.
(2006). Esquema de vacunación para el grupo de edad de 0-18 años. Scielo .
SEPEAP, G. d. (2017). Manual
de vacunas para padres. España.
Giannina Izquierdo, D. M.
(2020). Vacunas e inmunizaciones en recién nacidos y recién nacidos prematuros.
ELSEVIER.
Muy bien redactado, quedó sorprendido por cosas que leí que uno no sabe felicitaciones
ResponderEliminarTemas muy interesantes para ponerlos en práctica con los niños y no cometer errores
ResponderEliminarMuy buena información y de mucha ayuda para los padres que tienen algunas dudas sobre la vacunación de sus hijos.
ResponderEliminarConsidero un buen punto en este post que hayan agregado el esquema de vacunación y algunas enfermedades que se pueden dar en el niño si no se aplica la dosis a la edad indicada en el esquema.
ResponderEliminarEste Post me sirvió para recordar algo tan importante para nuestra salud y vida. Muchas gracias por la información 👌
ResponderEliminarMuy importante la información presentada, ya que las vacunas son algo esencial para el mantenimiento optimo de la salud en el bebé
ResponderEliminarmuy buen trabajo chicas y chicos me gusto mucho el desenlace de este post, me ayudo a recordar cuan importante es tener en cuenta las diferentes enfermedades que se pueden prevenir con las vacunas.
ResponderEliminarMuy bien... su blog detallo tema importantes que tenemos q tener en cuenta sobre la importancia de la vacunacion a nuestros hijos sin duda este blog será de gran ayuda para muchas madres... felicitaciones
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